El presente libro pone en debate la oposición que se suele hacer actualmente entre el "desarrollo", que se percibe como una fuerza e imposición desde fuera, específicamente del "mundo occidental" y la "religión" o "espiritualidad", en especial las prácticas religiosas indígenas, que se ven como la vía para superar esta negatividad y salvar el planeta. Esta manera en boga de ignorar la historia y presentar argumentos en torno a las culturas locales indígenas, enfatizando sus formas de resistencia histórica a las imposiciones desde fuera y evitando cualquier aspecto problemático en el proceso, es esencialista.