La resistencia a las sucesivas dictaduras del cilco militar fue la fragua en la que se forjó la generación mirista que, habiendo nacido a la vida política bajo el tutelaje ideológico de la Iglesia Católica en su versión anticomunista del tiempk de la guerra fría, inició una rebelión ideológica y política, transitando por el puente de las reformas del Concilio Vaticano Segundo, la Teología de la Liberación, la Revolución de la Libertad del Partido Demócrata Cristiano (PDC) chileno y la revolución cubana, hasta instalarse en el marxismo leninismo, cuyo discurso utilizaron creativamente, aclimatándolo a la realidad bolivianay dándole un toque de renovación "suí generis" que tomó la vigorosa forma de organización política que la autobautizaron como Movimiento de Izquierda Revolucionaria