El ansia de evadirse de la realidad cotidiana, dolorosa o pedestre, que agobia a la especie humana, es universal y se manifiesta en el hombre desde el instante en que éste despierta a la vida de la razón. Maurois ha sabido interpretar este sentimiento en tres cuadros genialmente trazados sobre motivos que le brindo la historia de la literatura y del arte, nos refiere cómo la ambicionada liberación fue posible para otros tantos seres a los que el destino otorgó sus favores.