Los escritores bolivianos más destacados del momento muestran en estas antologías de cuentos la represión política desatada en el país por la dictadura que se instauró en agosto de 1971. El talento creativo, al reflejar artísticamente esa dura experiencia histórica de los bolivianos prueba que compromiso y literatura, ética y estética, no son dimensiones incompatibles. Al contrario el mensaje literario puede significar una denuncia y en esta pueden a su vez, converger todos los valores humanos y culturales.
De ahí el valor testimonial de estos relatos que, al mismo tiempo, han pasado a enriquecer vigorozamente la actual narrativa boliviana destacando mejor su presencia en el fascinante panorama de las letras latinoamericanas.