El Estado en el último siglo ha idoocupnado una extensión sin precedentes, al tal punto que hoy causa una fuerte fascinación envuenlta en miedo. El Estado en los últimos tres siglos inspiró una serie de metáforas que evocan monstruos y divinidades de la mitología. Así lo han comparado con el Centauro, el Leviathan, el Moloc, Jano, en la época contemporánea Octavio Paz le ha llamado el "ogro filamtrópico", Eusebio Gironda le denomina el "yanka", por los sentimientos contradictorios que despierta como instancia de dominación o vocación totalitaria, pero también como unidad tutelar protectora y reguladora de la sociedad.