Siendo innegable que el libro, la lectura y sus prácticas o los modos de apropiación de los textos, así como muestra relación con la escritura, se encuentran en un momento de rápida transformación, se impone reflexionar sobre cómo se traducen esos cambios que indicamos en el orden del libro. Y añade que se puede y se debe situar la revolución de lo digital en varios órdenes, entre los que destacan tres en particular: el orden de los discursos, el orden de las razones o de los raciocinios y el orden de las propiedades, esta relación entre el objeto, la obra y el autor que es esencial  y es resultado de una larga herencia que paso por varias sedimentaciones, se encuentra cuestionada por el mundo de lo digital. Subráyese la cuestión de la herencia, pues es de veras importante comprender que el mundo del texto escrito, y muy particularmente de los objetos impresos en que vivimos hasta la aparición de lo digital. ^ies.