El 2013 fue un año que marca el inicio de la industrialiación de los recursos evaporíticos en el país, con resultados concretos como son la producción regular del carbonato de litio y cloruro de potasio en su fase piloto.
Por primera vez Bolivia produce productos estratégicos como el carbonato de litio, materia prima para las baterias de litio y otras aplicaciones, el cloruro de potasio, un fertilizante en gran demanda mundial, el primero producido por la planta piloto de Llipi y el segundo en la planta semiindustrial construida dentro del salar de Uyuni a 15 kilómetros de tierra firme.