La necesidad de fortalecer el sistema autónomo de la Universidad Boliviana, en base a una estructura que reponda a profundos requerimientos nacionales, ha constituido la máxima preocupación de los hombres que condujeron los destinos universitarios, línea en la cual ha venido trabajando autoridades y dirigentes democráticos de la comunidad universitaria en los últimos 30 años.
La respuesta más positiva al nuevo rol de la enseñanza superior adquiere resonancia en el VI congreso nacional de universidades, como un aporte a la estructuración del sistema en el deseo de alcanzar metas capaces de contribuir a la solución de los grandes problemas que vive el país.