Por más que una lectura retrospectiva del trabajo de Marx pueda sorprender, es necesario afirmar que el programa marxiano de investigación era en 1841, un programa estrictamente teórico, en que la realización de la filosofía debería limitarse a su forma filosófica. La práxis filosófica debería de este modo permanecer como práctica teórica si quería realizarse.
Fue a partir de esa perspectiva que Marx enfrentó el legado teórico de Hegel por medio de una crítica teórica que asumía la forma de una crítica interna.