A pesar de los Kischner, la ciencia económica ha demostrado ampliamente la ineficacia de los controles de precio, las restricciones a la competencia, las empresas estatales, el gasto público alto e ineficiente y demás medidas intervencionistas y estatistas. Todo esto produce retracción a las inversiones, menores tasas de crecimiento, salarios reales más bajos y pobreza, entre otros factores negativos. El resultado que se obtienen de los gobiernos que se llena la boca con las palabras solidaridad social, redistribución del ingreso y justicia social es que, ante la ausencia de seguridad jurídica, los argentinos terminaron depositando nuestros ahorros en los países desarrollados, los que a su vez financian el consumo y la inversión de ellos. Es decir nosotros, que somos subdesarrollados, terminamos financiando a los desarrollados gracias a la demagogia populista, medre se la ausencia del estado de derecho^ies