Después de que estos hechos han sido presentados, es importante nivelar el fiel de la historia. Una visión idealizada del pasado otorga todo el mérito de los sucesos del 25 de mayo a la acción de la Universidad y en particular a los héroes tradicionales, que eran criollos letrados, como los hermanos Zudáñez, los Lemoine y Bernardo Monteagudo. Sin embargo, es necesario que una historiografía veraz vaya más allá de esa noción ingenua que considera los sucesos históricos como el resultado de la acción heroica o iluminada de seres excepcionales que logran con su accionar individual cambiar el curso de la historia. Toda la sapiencia que podía enseñar la centenaria universidad y las sutiles maniobras derivadas del ejercicio del foro que aprendían a tejer los doctores revolucionarios en la Academia Carolina, a la hora de la acción, resultaban insuficientes por sí solas para lograr afectar al poderío del gobierno español. Lo cierto es que la renuncia del Presidente de la Audiencia, que fue el hecho revolucionario que marcó la jornada de mayo, fue el resultado de la participación directa de una nutrida multitud convencida de que estaba defendiendo al rey contra las pretensiones de los portugueses, que llevó a cabo la imprescindible acción de masas necesaria para poner las cosas de cabeza.Se puede precisar todavía más. No fue la masa en general o en abstracto, sino ante todo los cholos y las cholas de Chuquisaca, que eran fundamentalmente artesanos mestizos, mayormente sirvientes y comerciantes en pequeña escala, que se agruparon eventualmente en milicias sobre la base de los grupos organizados de sastres, tejedores, pintores y zapateros. Y, en verdad, no era "siquiera el pueblo, sino la plebe, y menos aún que eso, el populacho, en aquella noche célebre y en algunas de sus incidencias inmediatas"20, que hizo posible lo sucedido. Esa masa revolucionaria siempre ha sido ignorada, vista con desprecio y descrita en términos derogatorios, como "el pueblo bajo"21, "la parte inferior del vecindario"22, el "pueblo rudo"23; "la gente baja" de la ciudad24, la "gente plebe"25, o la gentalla26. Sin haber desarrollado la convicción política y la pureza ideológica que pudo caracterizar a algunos revolucionarios, y aunque estuvo subyugada por las hábiles maniobras de los doctores, esa muchedumbre fue decisiva en el momento de forzar las cosas para hacer saltar de sus goznes las piezas fundamentales del poder español.
DESCRIPCION | CONTENIDO |
Nº de control | 00017152 |
Autor | Aillón Soria, Esther; Barnadas, Josep; Loayza Valda, Joaquín; Lofstrom Masterson, William y Mendoza Pizarro, Javier |
Título | Coloquio: El pensamiento universitario de Charcas y el 25 de mayo de 1809 y 1810 |
Editorial | FCBCB/ABNB |
Año | 2010 |
Páginas | 286 p. |
Idioma | Español |
Lugar | Sucre - Bolivia |
Resumen |
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ISBN | 9789990593075 |
Materias | |
Ítem en Biblioteca | Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional |
Ejemplares | 1 |