Dos clases de reformas ha sufrido el Código Civil español para su aplicación en la Isla de Cuba.
Unas son iniciativas del gobierno de la metrópoli y otras fueron debidas al gobierno interventor norteamericano primero y al Poder Legislativo de la República después.
Todas ellas figuran en el lugar oportuno de esta obra, junto con indicaciones de los preceptos que, si bien no lo han sido expresamente, deben entenderse virtualmente derogados, o que carecen de aplicación en el territorio de la República.