En un escenario de crisis mundial las empresas públicas surgen como una alternativa importante para la generación de recursos para el funcionamiento del Estado.
Equivocadamente el neoliberalismo consideraba que reduciendo su papel al mínimo, la economía crecería en manos de la iniciativa privada. La experiencia boliviana muestra que mediante el fortalecimiento de las empresas públicas se pueden obtener recursos que financien la industrialización y las políticas sociales para sacar de la pobreza a millones de ciudadanos.