En tarde de verano se suceden algunos fenómenos raros, Paulina Morales, repasando un álbum familiar, revive la historia de viejos personajes que quedaron grabados en los espejos de la antígua "casa de las dos palomas", con sus plantas flores y frutas tropicales es excepcionalmente poética y maracillosa.
El escenario es un solitario pueblo, con su ermita, pueblo de fantasmas, recuerdos e ilusiones, donde es imposible sobrevivir sin retazos de sueños. La madre desaparecida y presente en el desván de la casa, la jaula y el turpial, las mariposas y la guitarra forman los elementos junto con los personajes que les dan vida.