El libro constata el cumplimiento de caros temores: Bolivia no tiene programa alguno que promueva la investigación científica, constatándose lamentablemente, que el gobierno actual apenas ha desplegado una intensa y extensiva propaganda demagógica. No se ha desarrollado los saberes ancestrales como paradigmas alternativos de conocimiento incorporado al acervo mundial, no se han dado respuestas efectivas a los problemas universales con contenidos explícitos en las fronteras de la ciencia; en tanto que la repetida descolonización no ha supuesto en absoluto, el desarrollo de conocimiento propio.