Al respecto señalamos que por medio de la OMC, acuerdos regionales como el ALCA, y tratados bilaterales, las empresas transnacionales demandan y consignen que los gobiernos del mundo les abran sus puertas para su febril cacería de ganancias, aunque se a expensas de la gente, la naturaleza, y el derechos por la vida. Hoy en el mundo, los derechos son para la empresa privada y las obligaciones para la gente. La pérdida de soberanía en nuestros países le llama “desarrollo”. Hoy la lucha por la justicia económica y la oportunidad de construir una soberanía y desarrollo propio, para necesariamente por el camino que nos ha enseñado quienes luchan contra la impunidad: recoger y movilizar nuestra indignación frente a los atropellos contra la justicia y romper con el olvido y el silencio. ^ies