Como toda profesión, la docencia no solo genera aspiraciones y realizaciones, sino también canaliza tendencias negativas o patologías según la intensidad en que estas se manifiestan, fundamentalmente estas tendencias tienen que ver con los contenidos lentes del inconciente. Entre estas manifestaciones ocupa un lugar importante el narcisismo en la conducta del educador.La patología señala que algunas características del educador narcisista son: la arrogancia y la soberbia. Que además está infatuado en su convicción de estar por encima de todos, algunos educadores se consideran poseedores de la verdad, son capacidad de tolerancia, con sentimientos de triunfo, control y desprecio para los que no lo admiran.^ies